Desde la crisálida

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sábado, 25 de noviembre de 2023

FACTOR HUMANO

 


En marzo de 2016 di comienzo a una serie de dibujos digitales. La serie incluiría posteriormente también pinturas digitales. Comencé con un dibujo de factura psicogénica, nacido por ello mismo con recursos como la memoria. Es decir, no se basaba en general en imágenes naturales ni en fotografías sino que fue fruto de meditadas improvisaciones. Necesitaba descubrir las posibilidades del medio digital en la realización de dibujos y aunque había intentado otros motivos que ya me permitían atisbar dichas posibilidades (figura 1) fue “Pradera” (figura 2) la que me situó en el camino.



Figura 1
Figura 1



Figura 2 (Pradera)
Figura 2 (Pradera)
 

 

El siguiente dibujo digital fue “Padre” (figura 3), con el iniciaba unos estudios sobre mis padres y sobre mi mismo: vendrían después “Madre”(figura 4) e “Hijo”(figura 5). Disponía, para su realización, de fotografías de ellos fruto de una sesión realizada muchos años atrás y de una singular fotografía mía de niño. Los dibujos vienen nombrados por las relaciones de parentesco paterno-materno-filial, relaciones que establecen unos roles y unos decisivos vínculos entre las personas a quienes afecta.

 

Figura 3 (Padre)
Figura 3 (Padre)

Figura 4 (Madre)
Figura 4 (Madre)

Figura 5 (Hijo)
Figura 5 (Hijo)

 

Después siguieron “El cantar que cantamos” y “El cantar que cantamos II” (figuras 6 y 7). El primero una mirada hacia la propia infancia y el otro, saliendo del comentario autobiográfico, una mirada a la otredad. 

Figura 6 (El cantar que cantamos)
Figura 6 (El cantar que cantamos)
 
Figura 7 (El cantar que cantamos II)
Figura 7 (El cantar que cantamos II)


 Posteriormente siguieron otros dibujos (figuras 8, 9, 10, 11, 12).


 

Figura 8 (Darwin con algo de otros y de otras)
Figura 8 (Darwin con algo de otros y de otras)



Sobre fondo oscuro, sobre fondo claro.


Figura 9 (A cuerpo)
Figura 9 (A cuerpo)

Figura 10 (Paisaje)
Figura 10 (Paisaje)


Figura 11 (Bienvenidos)
Figura 11 (Bienvenidos)


Figura 12 (Retrato con gato)
Figura 12 (Retrato con gato)

Y ya el color, dibujos coloreados y pinturas digitales (figuras 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20 y 21). 

 

Figura 13 (Retrato)

Figura 14 (Los ciervos)
Figura 14 (Los ciervos)

Figura 15 (Ancestro)
Figura 15 (Ancestro)


Investigando al tiempo mediante abundantes lecturas. Y encontrando vías de evolución personales, de contenido y formales (dualismo subvertible cuando la forma es contenido y el contenido es forma).


 

Figura 16 (Amanecer azul verde)
Figura 16 (Amanecer azul verde)


Figura 17 (Todo lo que va más allá)
Figura 17 (Todo lo que va más allá)


Figura 18 (OPOS)
Figura 18 (OPOS)


Figura 19 (Orgali Burg)
Figura 19 (Orgali Burg)


Figura 20 (Salida cerrada)
Figura 20 (Salida cerrada)


Figura 21 (En la calle)
Figura 21 (En la calle)

Combinaciones figurativas conviven con combinaciones libres de formas y colores. Las primeras construidas a partir de la definición de formas y colores basados en la realidad, dando lugar a ficciones, las segundas construidas a partir de formas y colores basados en la imaginación, dando lugar a unas imágenes que vienen a engrosar la realidad.


En la realización de estas obras empleo un procedimiento (trazado manual con tableta gráfica) que creo que promueve el factor humano. Mi “mesa de trabajo” suele ser como esta:





jueves, 16 de marzo de 2023

Una aproximación a la naturaleza de lo existente (3)


 

Cerca del mar
"Cerca del Mar" (Óleo sobre lienzo)



 

Entiendo que en épocas pasadas no había el suficiente conocimiento científico y humanístico de la realidad física, biológica, cultural, etc., que llevara a una convicción sobre nuestra propia naturaleza, pero hoy en día los conocimientos alcanzan sobradamente para ello. Nos es, sin embargo, difícil imaginar cómo pueden ser las experiencias de muchos otros seres vivos. Pero en nuestro caso —como en el caso de otros seres—, desde luego, en tanto que somos como somos, estamos experimentando desde nuestra propia perspectiva esta existencia; existencia que, nosotros, podemos constatar. Personalmente encuentro una prueba de la existencia, precisamente, en el hecho de permanecer siempre en mi perspectiva interna y corporal y, en suma, de constituir un cuerpo con todas las vicisitudes que conlleva, lo que sería indicio de que soy, efectivamente, un organismo vivo que está accediendo a la realidad de la forma natural en que puede hacerlo y, de momento, sólo de esa forma. Y dicha persistente perspectiva me parece que prevalece sobre la faceta onírica, sobre posibles experiencias alucinógenas, experiencias extracorporales cercanas a la muerte, etc.

 

¿Aunque, realmente hacen falta pruebas de la existencia? Como dice José Ferrater Mora en Fundamentos de filosofía:


No necesitamos ni siquiera una garantía de que el mundo existe. Más que escapársenos de las manos, en el curso de excogitaciones filosóficas, el mundo nos acosa, persigue, y hasta agobia.


Según, también, José Ferrater Mora en El ser y la muerte: «Hay varios grados de cesabilidad, desde la pura y simple terminación de la existencia hasta lo que se entiende por “muerte”». Comparemos dos ejemplos de realidades diferentes y como se comportan a la hora de abandonarnos. Un vaso de cristal no sabe nada de sí ni de ninguna otra cosa, según nuestras apreciaciones ni siquiera puede llegar a saber nada de nada. En este primer ejemplo, nuestro vaso está roto. Su vida útil ha acabado, pues no va a ser reparado, ni siquiera va a ser reciclado. Al ser tirado a la basura, con cierta sensación de fastidio de quien eso hace, el vaso roto está siendo desechado. Ni de haber dejado de ser útil, ni de haber sido desechado sabe nada el vaso, pues no tiene ese tipo de capacidades. El camión de la basura lo terminará de triturar y depositará sus restos en un vertedero. El vaso es ahora una serie de fragmentos de cristal esparcidos aquí y allá sin la configuración que consiste en ser un vaso. El vaso ha cesado. En el segundo ejemplo vamos a considerar a una persona. Una persona cualquiera que afronta una enfermedad que podría acabar con su vida y sabe que esta corre grave peligro o puede convencerse de que se acaba. Saberse enfermo o enferma le causará una impresión que tendrá que gestionar. Tendrá que padecer los rigores de la enfermedad y posiblemente del tratamiento. Su ánimo, en adelante, estará determinado por el modo en el que afronte lo que le está pasando. No se si en el mejor de los casos, pero sí en un buen caso, quienes le estiman le darán afecto, apoyo y no querrán que sufra. La enfermedad sigue un curso fatídico y esta hipotética persona enfrenta el fin de sus días. Finalmente muere. Como era de esperar la historia del vaso roto no incluye sensaciones, sentimientos ni razonamientos de este ante su final; la historia de la persona enferma, manifiestamente, sí. La realidad inerte está asociada a la insensibilidad, mientras que la realidad biológica participa ampliamente de una sensibilidad que la define.


Pero la atribución de vida o la constatación de su ausencia no se ha hecho efectiva de una vez para siempre en un lugar determinado o en una época concreta. Culturas, religiones y corrientes de pensamiento ( el animismo, la mitología mediante personificaciones, el hilozoísmo o la hipótesis Gaia por ejemplo) extendían o extienden las fronteras de lo vivo más allá de sus límites naturales. Al mismo tiempo, en un sentido opuesto, se les ha negado, y se les niega, a determinados seres vivos el valor de su vida o de algunos aspectos de ella, cosificándolos por hacer uso de ellos o por costumbre. 

 

 

"Paisaje" (Dibujo digital)
"Paisaje" (Dibujo digital)

 

 

Aunque no creo que vivamos en el mejor de los mundos posibles —en realidad me parece que el mundo contiene inmanentes soluciones de partida faltas de inteligencia y sensibilidad— creo que, a pesar de todo, en algunas circunstancias, se puede llegar a apreciar cierto equilibrio que muy bien podría no existir. Equilibrio que, en realidad, puede estar ausente debido a las situaciones de gran sufrimiento, de graves injusticias o de sinrazón que pueden afectar al individuo o a la colectividad. Sin embargo creo que estamos adaptados para estimar los casos particulares en los que se concreta dicho relativo e inestable equilibrio.

 

Charles Darwin realiza el siguiente razonamiento sobre qué prevalece en el mundo, si desgracias o dichas:

[…] podríamos preguntarnos cómo se puede explicar la disposición generalmente beneficiosa del mundo. Algunos autores se sienten realmente tan impresionados por la cantidad de sufrimiento existente en él, que dudan —al contemplar a todos los seres sensibles— de si es mayor la desgracia o la felicidad, de si el mundo en conjunto es bueno o malo. Según mi criterio, la felicidad prevalece de manera clara, aunque se trata de algo muy difícil de demostrar. Si admitimos la verdad de esta conclusión, reconoceremos que armoniza bien con los efectos que podemos esperar de la selección natural. Si todos los individuos de cualquier especie hubiesen de sufrir hasta un grado extremo, dejarían de propagarse; pero no tenemos razones para creer que esto haya ocurrido siempre, y ni siquiera a menudo. Además, otras consideraciones nos llevan a creer que, en general, todos los seres sensibles han sido formados para gozar de la felicidad.

[…] un animal puede ser inducido a seguir el rumbo más beneficioso para su especie mediante padecimientos como el dolor, el hambre, la sed o el miedo, o mediante placeres como el de la comida y la bebida y el de la propagación de su especie, etc., o por ambos medios combinados, como ocurre en el caso de la búsqueda de alimentos. Pero, si se prolonga durante mucho tiempo, cualquier tipo de dolor o sufrimiento causa depresión y reduce la capacidad de acción; no obstante, es muy apropiado para hacer que una criatura se prevenga contra cualquier mal grande o repentino. Por otra parte, las sensaciones placenteras pueden prolongarse durante mucho tiempo sin un efecto depresivo; al contrario, incitan a la totalidad del sistema a incrementar su actividad. Así es como ha podido ocurrir que la mayoría o todos los seres sensibles hayan evolucionado de ese modo por medio de la selección natural, y que las sensaciones placenteras les hayan servido de guías naturales. Lo vemos en el placer derivado del esfuerzo, a veces, incluso, de un gran esfuerzo físico o mental —en el placer que nos causan nuestras comidas diarias y, en especial, en el obtenido de la sociabilidad y del amor a nuestras familias—. La suma de esa clase de placeres, que son habituales u ocurren a menudo, proporciona a la mayoría de los seres sensibles un grado de dichas superior a las desgracias —cosa de la que apenas puedo dudar—, aunque su sufrimiento pueda a veces ser grande. [...]

Nadie discute que en el mundo hay mucho sufrimiento. Por lo que respecta al ser humano, algunos han intentado explicar esta circunstancia imaginando que contribuye a su perfeccionamiento moral. Pero el número de personas en el mundo no es nada comparado con el de los demás seres sensibles, que sufren a menudo considerablemente sin experimentar ninguna mejora moral. Para nuestra mente, un ser tan poderoso y tan lleno de conocimiento como un Dios que fue capaz de haber creado el universo es omnipotente y omnisciente, y suponer que su benevolencia no es ilimitada repugna a nuestra comprensión, pues, ¿qué ventaja podría haber en los sufrimientos de millones de animales inferiores durante un tiempo casi infinito? Este antiquísimo argumento contra la existencia de una causa primera inteligente, derivado de la existencia del sufrimiento, me parece sólido; mientras que, como acabo de señalar, la presencia de una gran cantidad de sufrimiento concuerda bien con la opinión de que todos los seres orgánicos han evolucionado mediante variación y selección natural. (Charles Darwin, Autobiografía, Editorial Laetoli, S.L. Pamplona. 2008, págs.: 79-80)

 

martes, 3 de mayo de 2022

Carencias de la visión


 

El cantar que cantamos II
"El cantar que cantamos II" (Dibujo digital)
 

Somos unos seres complejos y nuestro bienestar depende del desarrollo idóneo de, al menos, tres factores: lo biológico, lo psíquico y lo sociocultural. Nuestra visión de las cosas y del mundo suele estar en consonancia con el favorable o desfavorable estado de desarrollo de estos factores. Si algo va mal en relación con ellos, nuestro entendimiento y nuestra afectividad pueden verse resentidos. Asimismo si la cosa va bien en esos aspectos nos podremos sentir en buena forma cognitiva y emocional. Ocurre que entendimiento y afectividad parecen estar inseparablemente combinados como lo están el espacio y el tiempo en la teoría de la relatividad. Y manejar bien esa combinación nos ayudaría a mantener un equilibrio psicológico. El acceso a la realidad no sería por lo tanto inmediato: necesita tanto de un desarrollo como de una optimización de las facultades.

 

El cantar que cantamos
"El cantar que cantamos" (Dibujo digital)
 

Desde pequeños vamos ejercitando la visión, dándole forma a nuestro modo de ver. El niño o la niña, el joven o el adulto que tiene deficiencias o anomalías en la vista, que sufre graves problemas que afectan al entendimiento y a las emociones o que padece pobreza o vive condiciones de vida adversas se encuentra, como consecuencia principal o por añadidura, con unas dificultades relacionadas con la apreciación de lo existente. La discapacidad visual afecta negativamente a lo que podemos apreciar debido a problemas en los órganos de la visión; mientras que los problemas que atañen de alguna forma a la mente afectan a lo que podemos representarnos, comprender y disfrutar con unos ojos sanos; padecer pobreza o unas condiciones adversas de vida puede afectar negativamente de ambas maneras.


La discapacidad visual impide o dificulta la facultad de aprovechar directamente la, potencialmente, rica aportación de la luz visible. En relación con las alteraciones que producen los problemas mentales, Richard J. Davidson en su libro El perfil emocional de tu cerebro (Davidson, Richard J. El perfil emocional de tu cerebro. Ediciones Destino. Barcelona, 2012) habla de un estudio sobre la base cerebral de las emociones en el que se constató baja actividad de la corteza visual en personas con depresión. Quien haya pasado por una depresión habrá podido experimentar la apagada y descolorida monotonía que deja la rotura del ánimo. En el libro El niño y su comprensión del sentido de la realidad (Abello Llanos, Raimundo; Amar Amar, José. El niño y su comprensión del sentido de realidad. Editorial Uninorte. Barranquilla, Colombia. 2006) se nos dice que «es la cultura, y no la biología, la que moldea la vida y las mentes humanas. Esto es claramente visible en el caso de millones de niños que nacen en condiciones de pobreza en las que en gran medida su desarrollo biológico depende de sus condiciones sociales de vida».


"¿Qué me quieres?" (Fotografía)


 

jueves, 28 de abril de 2022

Modos de ver: Darwin


Darwin
"Darwin con algo de otros y de otras" (Dibujo o pintura digital en blanco y negro basada en una fotografía de Julia Margaret Cameron)

 

¿Qué miradas dejan huella de entre las que proveen tantos ojos como ven y han visto el mundo? Hay destacados modos de ver que al ser desvelados revelan aspectos relevantes que de otra forma permanecerían desconocidos. Hay personas creativas detrás de estos modos de ver que no dejan de estar presentes en todo los procesos de concepción, elaboración o exposición de sus aportaciones. Hay también personas (posiblemente anónimas, amistades tal vez) que conciben las cosas y se desenvuelven con ellas de maneras más o menos sabias y ejemplares. Modos de ver que contribuyen a la formación y a la consolidación de nuestras propias apreciaciones. Ver las cosas de una forma o de otra nos define y nos provee de identidad.

La Autobiografía de Charles Darwin (Darwin, Charles. Autobiografía. Editorial Laetoli, S.L. Pamplona. 2008.) concluye de la manera siguiente:

Es verdaderamente sorprendente que, con capacidades tan modestas como las mías, haya llegado a influir de tal manera y en una medida considerable en las convicciones de los científicos sobre algunos puntos importantes. (Págs.: 123-124).

Aunque, a pesar de su modestia, antes señala una cualidad propia que le distinguiría:

Como saldo a favor, pienso que soy superior al común de los mortales para percatarme de cosas que no atraen fácilmente la atención y observarlas con cuidado. (Pág.: 120).

Y aclara:

Desde mi primera juventud he experimentado un deseo fortísimo de entender o explicar todo cuanto observaba […]. (Pág.: 120).

Como parece evidente, su capacidad de observación va unida a su capacidad de razonamiento, a pesar de algunas opiniones:

Algunos críticos han dicho: “¡Oh!, es un buen observador, pero no posee un razonamiento poderoso”. No creo que sea verdad, pues El origen de las especies es un largo argumento de principio a fin y ha convencido a un número considerable de gente bien dotada. Nadie podría haberlo escrito sin cierta capacidad de razonamiento. (Pág.: 120).

A Darwin le causa placer realizar descubrimientos concernientes a una naturaleza que ama y cuyo amor se incentiva por el deseo de ser apreciado por sus colegas naturalistas. El trabajo científico es su principal disfrute y dedicación y puede emplear años en estudios de temas tan diversos como los arrecifes de coral, los percebes, las orquídeas, las plantas carnívoras, las expresiones de las emociones, el origen del hombre, etc. Intuiciones, observaciones, recogida de datos, descripciones, experimentos, explicaciones, proposiciones, hipótesis, teorías… son métodos y procedimientos que él, como científico, emplea. ¿Qué «cualidades y condiciones mentales» llega él mismo a considerar como las más importantes?:

[…] mi éxito como hombre de ciencia ha estado determinado, hasta donde me es posible juzgar, por un conjunto complejo y variado de cualidades y condiciones mentales. Las más importantes han sido el amor a la ciencia, una paciencia sin límites al reflexionar largamente sobre cualquier asunto, la diligencia en la observación y recogida de datos, y una buena dosis de imaginación y sentido común. (Pág.: 123).

Lo que él llegó a entender y explicar (mérito compartido con Alfred Russel Wallace) clarificó lo que antes permanecía en la sombra o estaba tergiversado. Darwin desplegó una visión de la naturaleza, de todos los seres, incluido el ser humano, que respondía por fin a la realidad e invalidaba las interpretaciones mitológicas y religiosas que no eran sino fruto de la ignorancia.


Ancestro
"Ancestro" (Pintura digital)

No recordábamos el pasado remoto, el relativo a muchas generaciones atrás en el tiempo, y no eramos conscientes del proceso evolutivo. El contexto desde el que, desde entonces, podemos acceder a la realidad está menos errado que los contextos que no tienen en cuenta este progreso. Ver las cosas, desde esta perspectiva, puede significar ver con más claridad, pero a condición de ser críticos tanto con la propuesta original como con las interpretaciones posteriores; una visión humanística puede ir más allá de lo que la ciencia suele tratar de forma restringida. Y es que no hay que pasar por alto lo arbitrario de algunos axiomas o conclusiones no del todo ponderados en la teoría original y en sus seguidores. Como cuando, puntualmente, en su obra escrita deja Darwin de teorizar convincentemente hablando de los mejor y los peor adaptados en el contexto de la selección natural —términos que, en mi opinión, propician que se puedan hacer diferentes interpretaciones sobre en qué consisten exactamente esas adaptaciones—, para pasar a defender la idea de que hay unos claros "débiles" y "fuertes" y que es muy perjudicial que los primeros se reproduzcan. Otra cosa que se puede tener en cuenta es el carácter restringido de la teoría que se nos presenta al comienzo de El origen de las especies, donde Darwin deja margen para pensar que debe haber muchas cosas que afectan a los seres vivos pero que no son de interés para su teoría pues se alejan de los aspectos  evolutivos que interesa tener en cuenta: «Toda variación que no es hereditaria carece de importancia para nosotros». Sin embargo mucho de lo que nos afecta pero no le atañe a ese nivel hereditario puede ser vital, estar lleno de vida, o ser fundamental para nosotros.

El espejo de tu mirada
"El espejo de tu mirada" (Fotografía-montaje)

 

LAS IMÁGENES OBVIADAS