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"Darwin con algo de otros y de otras" (Dibujo o pintura digital en blanco y negro basada en una fotografía de Julia Margaret Cameron) |
¿Qué
miradas dejan huella
de
entre las que proveen tantos ojos como ven y han visto el mundo?
Hay
destacados modos de ver
que
al ser desvelados
revelan
aspectos relevantes que de otra forma permanecerían desconocidos.
Hay personas creativas detrás de estos modos de ver
que
no dejan de estar presentes
en
todo los procesos de concepción, elaboración o exposición de sus
aportaciones. Hay también personas (posiblemente anónimas,
amistades tal vez) que conciben las cosas y se desenvuelven con ellas
de maneras más o menos sabias y ejemplares. Modos de ver
que
contribuyen a la formación y a la consolidación de nuestras propias
apreciaciones. Ver las cosas de una forma o de otra nos define y nos
provee de identidad.
La
Autobiografía de Charles Darwin (Darwin,
Charles. Autobiografía. Editorial Laetoli, S.L. Pamplona. 2008.)
concluye de la manera siguiente:
Es
verdaderamente
sorprendente
que, con capacidades tan modestas como las mías, haya llegado a
influir de tal manera y en una medida considerable en las
convicciones de los científicos sobre algunos puntos importantes.
(Págs.: 123-124).
Aunque, a pesar de su modestia,
antes
señala
una
cualidad propia que le distinguiría:
Como
saldo a favor, pienso que soy superior al común de los mortales para
percatarme de cosas que no atraen fácilmente la atención y
observarlas con cuidado.
(Pág.:
120).
Y
aclara:
Desde
mi primera juventud he experimentado un deseo fortísimo de entender
o explicar todo cuanto observaba […]. (Pág.: 120).
Como
parece evidente, su capacidad de observación
va
unida a su capacidad de razonamiento, a pesar de algunas opiniones:
Algunos
críticos han dicho: “¡Oh!, es un buen observador, pero no posee
un razonamiento poderoso”. No creo que sea verdad, pues El
origen de las especies
es
un largo argumento de principio a fin y ha convencido a un número
considerable de gente bien dotada. Nadie podría haberlo escrito sin
cierta capacidad de razonamiento. (Pág.: 120).
A
Darwin le causa placer realizar descubrimientos concernientes a una
naturaleza que ama y cuyo amor se incentiva
por
el
deseo de ser apreciado por sus colegas naturalistas. El trabajo
científico es su principal disfrute y dedicación y puede emplear
años en
estudios
de temas tan diversos
como
los arrecifes de coral, los percebes, las orquídeas, las plantas
carnívoras, las expresiones de las emociones, el origen del hombre,
etc.
Intuiciones,
observaciones,
recogida
de datos, descripciones,
experimentos,
explicaciones, proposiciones, hipótesis, teorías… son métodos y
procedimientos que él, como científico, emplea. ¿Qué «cualidades
y condiciones mentales»
llega
él mismo a considerar como las más importantes?:
[…]
mi éxito como hombre de ciencia ha estado determinado, hasta donde
me es posible juzgar, por un conjunto complejo y variado de
cualidades y condiciones mentales. Las más importantes han sido el
amor a la ciencia, una paciencia sin límites al reflexionar
largamente sobre cualquier asunto, la diligencia en la observación y
recogida de datos, y una buena dosis de imaginación y sentido común.
(Pág.: 123).
Lo
que él llegó a entender y explicar (mérito compartido con Alfred
Russel Wallace) clarificó lo que antes permanecía en la sombra o
estaba tergiversado.
Darwin
desplegó
una
visión de la naturaleza, de todos los seres, incluido el ser humano,
que respondía por fin a la realidad e invalidaba las
interpretaciones mitológicas y religiosas que no eran sino fruto de
la ignorancia.
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"Ancestro" (Pintura digital)
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No
recordábamos el pasado remoto, el relativo a muchas generaciones
atrás en el tiempo, y no
eramos
conscientes
del
proceso
evolutivo.
El
contexto desde el que, desde entonces, podemos
acceder
a
la realidad está menos errado que los contextos que no tienen en
cuenta este progreso. Ver las cosas, desde esta perspectiva, puede
significar
ver
con más claridad, pero a condición de ser
críticos
tanto
con la propuesta original como con las interpretaciones posteriores;
una visión humanística
puede
ir más allá de lo que la ciencia suele tratar de forma restringida.
Y es que no hay que
pasar
por alto lo arbitrario
de
algunos axiomas o conclusiones no del todo ponderados en la teoría
original y en sus seguidores. Como cuando, puntualmente, en su obra escrita deja Darwin de teorizar convincentemente hablando de los mejor y los peor adaptados en el contexto de la selección natural —términos que, en mi opinión, propician que se puedan hacer diferentes interpretaciones sobre en qué consisten exactamente esas adaptaciones—, para pasar a defender la idea de que hay unos claros "débiles" y "fuertes" y que es muy perjudicial que los primeros se reproduzcan. Otra cosa que se puede tener en cuenta es el carácter restringido de la teoría que se nos presenta al comienzo de El origen de las especies, donde Darwin deja margen para pensar que debe haber muchas cosas que afectan a los seres vivos pero que no son de interés para su teoría pues se alejan de los aspectos evolutivos que interesa tener en cuenta: «Toda variación que no es hereditaria carece de importancia para nosotros». Sin embargo mucho de lo que nos afecta pero no le atañe a ese nivel hereditario puede ser vital, estar lleno de vida, o ser fundamental para nosotros.
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"El espejo de tu mirada" (Fotografía-montaje)
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