Desde la crisálida

miércoles, 25 de mayo de 2022

Contemplación crítica, intersubjetividad, lenguaje y filosofía

 

Autorretrato
"Autorretrato callejero" (Fotografía)

La experiencia que conlleva la observación de imágenes constituye una forma de aproximación a la realidad que no es sustituible por otra. La contemplación crítica de imágenes naturales y artificiales es un refugio necesario ante las inclemencias de la civilización. Durante mucho tiempo — tiempo en el que tanto ha acontecido — no se ha tenido claro qué eran las imágenes que veíamos. Desde que se consiguió, no obstante, conocer mejor en qué consisten las imágenes, hasta la fecha, los avances para desentrañar la naturaleza de las imágenes naturales no han sido demasiados. No se ha profundizado en una mayor comprensión a partir de esos conocimientos. Téngase en cuenta la importancia de la imagen natural en la vida humana y no humana, y que pese a ello no es considerada en sí misma y ni siquiera es habitualmente tenida en cuenta desde un punto de vista teórico. Entre las imágenes que son objeto de estudio, las imágenes naturales se encuentran relegadas ante el interés que sí suscitan las imágenes artificiales. Demasiadas definiciones y usos de «imagen» se refieren solo a las imágenes que el ser humano puede crear: dibujo, pintura, fotografía, cine, video, imágenes digitales, etc. Además, la emergencia de la realidad virtual, la realidad aumentada y la configuración del llamado metaverso se está iniciando cuando aún se ignora mucho de la imagen natural. 

 

"Bebé y madre" (Lápiz y pastel sobre papel)
 


Precisamente que la imagen pueda ser objeto de estudio nos hace comprender que no todo lo que respecta a la realidad percibida transcurriría en un nivel subjetivo. La intersubjetividad nos ayudaría en la tarea de alcanzar consensos sobre qué es lo que vemos. Podemos escrutar en la mirada del otro si está viendo lo que nosotros vemos y qué siente y piensa. Mediante la intersubjetividad compartimos unas realidades que de otra manera quedarían en la sombra subjetiva. La afinidad entre seres distintos hace que el ajuste entre subjetividades sea preciso y grandes afinidades producen grandes coincidencias. Cuanta menor afinidad haya, menos posibilidades habrá de compartir impresiones: ser humano no es garantía de entendimiento dada nuestra heterogeneidad. Como los procedimientos de aprendizaje se van dando desde la infancia mediados por la intersubjetividad llegamos a la edad adulta con un abundante bagaje intersubjetivo que puede ser evaluado críticamente por uno mismo.


Lo que pasa
"Lo que pasa" (Imagen digital)

 

El lenguaje, en lo que tiene de objetivo, contribuye con definiciones precisas a la apreciación de una realidad compartida. Y no solo de esa forma, asimismo, en lo que tiene de sugerente nos traslada a las regiones de lo simbólico y de lo estético. Lenguaje e imagen comparten la facultad de poder ser interpretados denotativa y connotativamente. Y probablemente comparten mucho más. En El error de Descartes, Antonio Damasio dice:

La mayoría de palabras que usamos en nuestro discurso interior, antes de hablar o de escribir una frase, existen en forma de imágenes auditivas o visuales en nuestra consciencia. Si no se convirtieran en imágenes, por fugazmente que fuera, no serían algo que pudiéramos conocer.

Para él, «el principal contenido de nuestros pensamientos son imágenes, con independencia de la modalidad sensorial en la que son generadas...». El carácter visual de las ideas habría sido manifiesto desde la antigüedad. Según el diccionario filosófico de José Ferrater Mora el término «idea» procede del griego ἰδέα, nombre que corresponde al verbo ἰδεῖν (ver). Ιδέα, pues, equivale, etimológicamente, a «visión», significando tanto el aspecto de una cosa como el hecho de verla. Las imágenes, con frecuencia imágenes visuales, participarían mayoritariamente en nuestro pensamiento. Lo que hacemos, realmente, es manejar imágenes. 



Platón
"Platón" (Imagen digital)

 

No ha existido en el mundo del pensamiento filosófico una ponderada comprensión del hecho perceptivo y su relación con el intelecto. Platón, por ejemplo, lo que hará es abrir una brecha entre los dos ámbitos de la vista y del conocimiento con su alegoría de la caverna. Parte de un encierro cavernoso que es metáfora de la prevalencia inculta de la visión que puede acceder solo a una sombra de la realidad. El conocimiento se alcanza, en oposición, tras una liberación, mediante una educación determinada y no otra. Yo, en lugar de una caverna puedo imaginar que, en realidad (aunque se trate de la realidad de una metáfora), hay un aula, que no es el torturador encierro de unos desdichados sino el ámbito en que discurren muchas de nuestras experiencias vitales. En dicho aula, por supuesto, no se está encadenado; en ella se va aprendiendo a manejar tu propio cuerpo, los sentidos, las emociones y el intelecto con ayuda de un profesorado indefinido. Posteriormente cuando el aprendizaje es suficiente, o, en cambio, cuando uno mismo lo considera inútil, se abandona el aula.

 



 

viernes, 13 de mayo de 2022

Sentidos, visibilidad y creaciones

 

 

Pintura digital
"Principio y fin" (Pintura digital)

 

No tendríamos acceso a lo que acontece si nos faltaran los sentidos. Ellos forman parte de nuestros cuerpos de forma consustancial. Y en nuestro cuerpo se encuentra el cerebro que regula y procesa. Asistimos a través de cada uno de los sentidos a una interpretación especializada de aspectos de la existencia con variable claridad y amplitud, incluidas las propias sensaciones corporales. Y somos parte de esa existencia, de la que participamos mediante la vivencia. En el caso de la vista se percibe la luz, mientras los otros sentidos pueden participar sinérgicamente (o atenuarse) en la apreciación de lo que acontece, y lo mismo ocurre cuando el protagonismo es de otro sentido. La naturaleza, los entornos rurales, los entornos urbanos y los ámbitos habitacionales contienen abundantísima luz, y de ahí extraemos imágenes. Ahí está la luz, vertiendo sus propiedades y portando los reflejos de lo existente, y aquí estamos nosotros, tal vez con capacidad para apreciarla en sus múltiples matices, colores y en su riqueza comunicativa. 

 

Pintura digital
"Todo lo que va más allá" (Pintura digital)


Entre lo que es accesible para el sistema visual de cualquier organismo no todo tiene la misma repercusión o significado para el que percibe. Distintas especies, además, tendrán distintas pautas visuales. Para el ser humano lo que tiene significado o repercusión puede ser, potencialmente, todo lo observable; incluyendo en todo lo observable lo que va más allá de lo que suponen las imágenes naturales y se corresponde con las imágenes artificiales. Por lo tanto, en el ser humano, sus creaciones se han constituido en parte integrante de lo que ya no puede ser sino una hibridación. El ser humano ha configurado su propia experiencia de las imágenes conjugando los aportes naturales y los culturales.

Se estima que cuando el universo tenía 380.000 o 400.000 años de existencia, en el estado denso y caliente en el que se encontraba, las partículas de materia (no la materia oscura) y las de la luz (los fotones) estaban ligadas unas a otras pues colisionaban continuamente entre sí. Entonces, se habría producido un enfriamiento y una expansión tal que permitió a las partículas dispersarse y a los fotones liberarse. ¿Se puede inferir de ello que desde ese tiempo remoto la luz interacciona con la materia de la misma manera en que lo hace hoy? Tras ese desacoplamiento habría surgido la visibilidad: visibilidad sin la presencia de seres percipientes. Visibilidad que posteriormente la vida, en cuanto encontró la vía, aprovechó con eficacia.

 

Pintura digital
"Amanecer azul verde" (Pintura digital)

 

Que la vida se adaptara a la presencia de información lumínica es una muestra de su estrecha vinculación con lo existente. Ser sensible a la luz o hacer uso de ella ha sido algo extendido en todo el árbol de la vida. Desde hace tiempo las imágenes han debido abundar en diversidad y paulatinamente se debieron ir colando en nuestros sueños. Durante el prolongado lapso de tiempo que va desde los primeros seres vivos unicelulares hasta llegar a nosotros la evolución ha dotado a multitud de criaturas de sofisticados órganos de la vista. Ese bagaje filogenético, en quienes lo tenemos o lo disfrutamos, nos ha posibilitado estar capacitados para ver desde que vinimos al mundo o, figuradamente, desde que abrimos los ojos al mundo. Aquí en la Tierra se ha evolucionado en relación con las imágenes y las imágenes mismas se han diversificado en función de esa evolución. En el caso humano, si una inteligente cautela individual y colectiva no lo mitiga, muchas de ellas, entre ellas las menos auténticas, sobreabundan y nos desbordan. Capaces de producir imágenes —cuyas significaciones son mayoritariamente válidas tan solo para nosotros— hemos explorado ampliamente esa dimensión artificial. Las imágenes naturales serían consecuencia de la luz y la materia (sin olvidar el papel básico del espacio y el tiempo) y las imágenes artificiales serían también consecuencia de lo mismo, pero además con la participación de la técnica, la evocación y la inventiva.

 

martes, 3 de mayo de 2022

Carencias de la visión


 

El cantar que cantamos II
"El cantar que cantamos II" (Dibujo digital)
 

Somos unos seres complejos y nuestro bienestar depende del desarrollo idóneo de, al menos, tres factores: lo biológico, lo psíquico y lo sociocultural. Nuestra visión de las cosas y del mundo suele estar en consonancia con el favorable o desfavorable estado de desarrollo de estos factores. Si algo va mal en relación con ellos, nuestro entendimiento y nuestra afectividad pueden verse resentidos. Asimismo si la cosa va bien en esos aspectos nos podremos sentir en buena forma cognitiva y emocional. Ocurre que entendimiento y afectividad parecen estar inseparablemente combinados como lo están el espacio y el tiempo en la teoría de la relatividad. Y manejar bien esa combinación nos ayudaría a mantener un equilibrio psicológico. El acceso a la realidad no sería por lo tanto inmediato: necesita tanto de un desarrollo como de una optimización de las facultades.

 

El cantar que cantamos
"El cantar que cantamos" (Dibujo digital)
 

Desde pequeños vamos ejercitando la visión, dándole forma a nuestro modo de ver. El niño o la niña, el joven o el adulto que tiene deficiencias o anomalías en la vista, que sufre graves problemas que afectan al entendimiento y a las emociones o que padece pobreza o vive condiciones de vida adversas se encuentra, como consecuencia principal o por añadidura, con unas dificultades relacionadas con la apreciación de lo existente. La discapacidad visual afecta negativamente a lo que podemos apreciar debido a problemas en los órganos de la visión; mientras que los problemas que atañen de alguna forma a la mente afectan a lo que podemos representarnos, comprender y disfrutar con unos ojos sanos; padecer pobreza o unas condiciones adversas de vida puede afectar negativamente de ambas maneras.


La discapacidad visual impide o dificulta la facultad de aprovechar directamente la, potencialmente, rica aportación de la luz visible. En relación con las alteraciones que producen los problemas mentales, Richard J. Davidson en su libro El perfil emocional de tu cerebro (Davidson, Richard J. El perfil emocional de tu cerebro. Ediciones Destino. Barcelona, 2012) habla de un estudio sobre la base cerebral de las emociones en el que se constató baja actividad de la corteza visual en personas con depresión. Quien haya pasado por una depresión habrá podido experimentar la apagada y descolorida monotonía que deja la rotura del ánimo. En el libro El niño y su comprensión del sentido de la realidad (Abello Llanos, Raimundo; Amar Amar, José. El niño y su comprensión del sentido de realidad. Editorial Uninorte. Barranquilla, Colombia. 2006) se nos dice que «es la cultura, y no la biología, la que moldea la vida y las mentes humanas. Esto es claramente visible en el caso de millones de niños que nacen en condiciones de pobreza en las que en gran medida su desarrollo biológico depende de sus condiciones sociales de vida».


"¿Qué me quieres?" (Fotografía)


 

LAS IMÁGENES OBVIADAS