Desde la crisálida

domingo, 26 de junio de 2022

Diferencias y correlaciones

 

Catástrofe cotidiana
"Catástrofe cotidiana" (Lápiz sobre papel)


Cuando se da un natural funcionamiento de nuestros sentidos solemos decir, en el caso de algunos de ellos, que tocamos, que oímos y que vemos. Y esto significa que constatamos que estamos sintiendo algún tacto o que estamos percibiendo algún sonido o alguna imagen. Te toco, lo toco, te oigo, lo oigo, te veo, lo veo... son formas de expresar que el tacto se ha producido o que los sonidos o las imágenes nos han llegado y que están siendo percibidos. Y podemos decir: te palpo, te escucho, te contemplo... y estamos diciendo, respectivamente, que tocamos con cuidado, que oímos con atención o que vemos con detenimiento; te palpo, te escucho o te contemplo a ti que estás ahí, desde mi propio ámbito perceptivo.

 

 

Retrato
"Retrato" (Pintura digital)


 

Sin embargo, tú difieres de como yo te percibo. Eres de una manera, en origen, y de otra manera en mí. Por ejemplo, te conforman una extraordinaria cantidad de átomos para cuya apreciación mi sistema visual es inútil. La luz incide sobre ti y tu absorbes una parte de ella y reflejas otra, esto ocurre siempre que te expones a sus rayos. La luz se refleja en ti y va en todas direcciones, esto es así aunque yo solo perciba, cada vez que te miro, la parte que incide sobre mis retinas. Esa luz yo la traduzco en matices de colores que se asientan en las formas estimadas de tu cuerpo. De los estímulos que desprendes, mi sistema perceptivo, con ayuda de los sentidos, de todo mi ser y de mi mente hacen aparecer para mí imágenes de ti. Ahí intervienen esos qualia con los que te reproduzco cómo puedo. Y de la forma en que te percibo a ti, lo percibo todo: de la misma forma en que tú eres diferente de como yo puedo verte, lo es todo.

 

 

Camino y espesura
"Camino y espesura" (Fotografía)

 

Pero, no obstante, que las percepciones se den en nuestras mentes en forma de representaciones y que la realidad sea diferente a como la experimentamos no quiere decir que nuestras representaciones no tengan una correlación con esa realidad. En realidad nuestras percepciones están basadas en unos datos que tal como nos llegan y tal como los evaluamos, nos proporcionan una información acomodada de las cosas. Los sentidos nos proporcionan información detallada de las cosas aunque para ello sea necesaria una transducción de los datos de la realidad. Y no existe por ello un desacuerdo esencial entre lo que hay ahí y lo que se percibe. Por ejemplo, la luz que nos llega a los ojos no lo hace uniformemente ni de forma caótica, sino que llega diferenciada por efecto de los cuerpos y el ambiente de los que proviene reflejada, refractada, dispersada, polarizada, etc. Es luz que trae información más o menos precisa de los cuerpos, de las superficies y del medio con los que ha tenido contacto. En nuestro aprendizaje perceptivo el tacto habrá colaborado en la tarea de conocer todo lo que está ahí. Y de la interacción entre la realidad exterior y la actividad cerebral emergen interpretaciones de la realidad circundante que permiten nuestro normal desenvolvimiento. Así, si bien no hacemos registros directos, nos hacemos buena idea, gracias a nuestras interpretaciones, de magnitudes, tamaños, distancias, formas, orientaciones, superficies, etc.

 

Lo que puede ser
"Lo que puede ser" (Imagen digital)

 

lunes, 6 de junio de 2022

El mundo es distinto de como lo percibimos

 

 

Pesar
"Pesar" (Pintura al óleo)

 

Nuestras percepciones tienen lugar en el contexto de representaciones mentales que recrean la realidad. Tales percepciones no son registros directos de elementos o partes de esa realidad. El mundo no es tal y como nos lo representamos. Para comprender mejor como percibimos es necesario desechar el realismo ingenuo dado "que la mente no se limita a registrar una imagen exacta del mundo, sino que crea su propio cuadro", cómo dice Irvin Rock en La percepción.


Una longitud de onda de luz visible puede causar la sensación de un color. La longitud de onda lo que hace es provocarnos la sensación de color. Lo primero se da en el espacio físico exterior y lo segundo en la mente como consecuencia de la actividad sensorial y cerebral. Por lo que, en puridad, no hay colores en la naturaleza, sino que estos son generados por nuestros cerebros tras captar la luz que penetra en nuestros ojos. Mario Bunge dice en A la caza de la realidad: "Las experiencias internas (qualia), tales como tener frío, ver azul, oír un crujido u oler menta, no son básicas sino derivadas: son procesos del sistema nervioso central, no del mundo externo".


Irvin Rock también dice en la obra ya citada:


El mundo perceptual que nosotros creamos difiere cualitativamente de las descripciones del físico por estar nuestra experiencia mediada por nuestros sentidos y hallarse construida interiormente como una representación del mundo. Percibimos así colores, sonidos, sabores y olores, percepciones que o bien carecen de significación en el mundo de la realidad física o tienen un significado diferente. Lo que nosotros percibimos como tintes de rojo, azul o verde, el físico lo describe como superficies que reflejan ondas electromagnéticas de determinadas frecuencias. A lo que nosotros experimentamos como sabores y olores refiérese el físico como a compuestos químicos. Lo que para nuestra experiencia son sonidos de variantes tonos, descríbelo el físico como objetos que vibran a diferentes frecuencias. Colores, sonidos, sabores y olores son constructos mentales, creados a partir de la estimulación sensorial. En cuanto tales, no existen fuera de la mente.



"De todas formas" (Tempera sobre papel)


Así que habría una respuesta, desde este punto de vista, a la famosa pregunta: ¿hace ruido un árbol que cae en el bosque, si no hay ninguna criatura lo bastante cerca para oírlo? La respuesta sería que la caída produciría vibraciones en el aire, pero que no habría sonido, pues un sonido es la sensación que dicho tipo de vibraciones suscitan en un ser vivo. Sin embargo, a nivel práctico, todos decimos que tal instrumento musical o tal aparato emite un sonido. Y en cuanto a las imágenes, también en la práctica, las consideramos más como estímulos externos que como sensaciones internas. Incluso ocurre que las imágenes son mayormente consideradas como el contenido de ciertos objetos o estímulos más que como sensaciones visuales subjetivas: se le llama imagen a lo que contiene una fotografía, por ejemplo, y decimos que vemos esa imagen. Por lo que los sonidos y las imágenes, pero también lo que respecta a los demás sentidos, son a la vez algo exterior a nosotros y algo que percibimos, pero es por esto último por lo que en realidad existen como tales.

 

Dice José Luis Pinillos, sobre lo que se está tratando aquí, en Principios de psicología:


El reflejo sensible de la realidad exterior no es, sin embargo, una copia pasiva o duplicado de ella. La cualidad sensible no es una propiedad de la mera existencia de las cosas, sino el resultado de su interacción con la actividad cerebral; la cualidad sensible es un fenómeno psíquico que sólo existe en el acto subjetivo. La energía radiante no es el color; los colores aparecieron en el mundo cuando esa energía comenzó a incidir sobre unos rudimentarios receptores conectados con algún tipo de organización nerviosa. En rigor, pues, la cualidad sensible es un fenómeno transistente, que emerge de la interacción de dos existentes sin ser reductible a ninguno de ellos.


Destaco, de estas palabras de José Luis Pinillos, que la interacción entre la realidad exterior y la actividad cerebral haría emerger la cualidad sensible: sin poderse reducir a ninguno de esos dos existentes. El resultado de la interacción es, como dice él mismo en otra parte, "algo que ni el cerebro ni las cosas pueden por sí solos explicar". Esto me parece muy importante.

 


Fotografía
"Ahora, ni antes ni después" (Fotografía)
 

 

Estamos más imbricados con lo que nos rodea de lo que solemos reconocer. Los alimentos sacian nuestra hambre y nos proporcionan nutrientes que pasan a formar parte de nosotros. Necesitamos el aire que nos circunda y que respiramos, procuramos que no nos falte el agua potable, etc. Cualquier ser vivo de este planeta por muy mediado que esté, como en general ocurre en el caso humano, por la cultura y la civilización tiene un íntimo ligamen con la materia y la energía propia y circundante. Y ese es el tipo de cosas que manejan nuestros sentidos. Ellos captan la luz, las vibraciones del aire o ciertas cualidades de las moléculas por ejemplo y lo hacen con la naturalidad de lo que está sumamente predispuesto a ello.

 



 

 

LAS IMÁGENES OBVIADAS