Desde la crisálida

lunes, 11 de julio de 2022

Realismo, luz e ilusiones

Los ciervos
"Los ciervos" (Pintura digital)

 

No lo percibimos todo. Como dice Michael J. Ryan en El gusto por la belleza: «Sencillamente no disponemos del equipamiento necesario para acceder a todo el mundo que nos rodea». Además, los animales, según sean sus sesgos perceptivos, experimentan el mundo de forma diversa. Una cuestión que nos interesa dilucidar es si es habitual entre ellos mistificar la realidad en función de esos sesgos. Por ejemplo, dice Ryan, diferentes animales pueden compartir «un mismo emplazamiento físico, pero habitar mundos sensoriales diferentes». Se suscita la pregunta de si unas formas de captar e interpretar la realidad son más realistas que otras. ¿O, tal vez, no sea tan importante atender a la realidad como garantizarse la supervivencia y la reproducción? Caben estas dudas así como plantearse si hay alguna razón para pensar que nosotros, como especie, hemos podido vencer una posible vivencia mistificada de la realidad o si está dentro de lo posible que lo consigamos.


Imagen ambigua
"Imagen ambigua" (Imagen digital)


¿Qué pasa con las ilusiones sensoriales: ilusiones ópticas, auditivas...? Algunas son sorprendentes, ¿no? Otras simplemente no tanto. Ilusiones ópticas como la «rejilla de Hermann», su variante la ilusión de «efecto de extinción» y las «serpientes giratorias», por nombrar solo algunas, consiguen sorprendernos y nos hacen preguntarnos por qué se dan. ¿Cómo interpretarlas cuando algunas de ellas han puesto a prueba nuestro entendimiento? Pues se puede pensar sin andar muy errado, o eso espero, que en general las ilusiones interpelan a nuestras inteligencias perceptivas, pueden mostrarnos algo que no hay ahí en realidad, nos inducen a caer en errores de apreciación y tienen la capacidad de señalarnos en sus singularidades como funciona la percepción en algunos aspectos relevantes. En Tu cerebro y la música, Daniel Levitin considera que la ilusión de Kanizsa y su equivalente auditiva, cuya característica común es la de completar lo que realmente hay, han sido favorecidas por la evolución: «Un sistema perceptivo capaz de restaurar información que falta nos ayudaría a tomar decisiones rápidas en situaciones peligrosas». Lo cual si es así, resulta clarificador y pienso que da sentido a algo que no lo tenía.


Marina
"Marina" (Imagen digital)


Para Ignacio Morgado en Los sentidos: "es un hecho que la luz existe en nuestra mente". De hecho, tenemos una visión de la luz, como el caso de la luz «directamente» proveniente del sol en un día despejado, que podemos ver fulgir en el pavimento, en las fachadas de casas y edificios, en la vegetación, en las nubes, etc., que se basa en lo que interpretamos internamente; esa es la luz tal y como nos la representamos visualmente (aunque el sentido del tacto desde bien temprano habrá enriquecido nuestro conocimiento y sabremos, por experiencia, que también da calor exponerse a ella). Presumiblemente humanos y otros animales coincidamos en ver la luz del sol de la forma básica en la que, fehacientemente, nosotros lo hacemos: blanca (o de otras tonalidades dependiendo de la localización geográfica, la época del año o la hora del día) y resplandeciente. La luz «se nos representa» así naturalmente, podemos decir que en oposición a la representación que nos hacemos de la oscuridad. Sin que todo ello sea obstáculo para que podamos llegar a concebirlas de otras formas. Pero la luz se nos aparece en el contexto más amplio y acogedor de aquello que vemos en un momento dado. Imágenes de la realidad que van de lo claro a lo oscuro, de lo nítido a lo borroso y del rojo al violeta (colores que representan los límites de la gama que podemos ver). También podrán ser imágenes más o menos ricas en contenido según de que se traten y según como anden nuestras capacidades visuales, emocionales e intelectuales.

 

domingo, 26 de junio de 2022

Diferencias y correlaciones

 

Catástrofe cotidiana
"Catástrofe cotidiana" (Lápiz sobre papel)


Cuando se da un natural funcionamiento de nuestros sentidos solemos decir, en el caso de algunos de ellos, que tocamos, que oímos y que vemos. Y esto significa que constatamos que estamos sintiendo algún tacto o que estamos percibiendo algún sonido o alguna imagen. Te toco, lo toco, te oigo, lo oigo, te veo, lo veo... son formas de expresar que el tacto se ha producido o que los sonidos o las imágenes nos han llegado y que están siendo percibidos. Y podemos decir: te palpo, te escucho, te contemplo... y estamos diciendo, respectivamente, que tocamos con cuidado, que oímos con atención o que vemos con detenimiento; te palpo, te escucho o te contemplo a ti que estás ahí, desde mi propio ámbito perceptivo.

 

 

Retrato
"Retrato" (Pintura digital)


 

Sin embargo, tú difieres de como yo te percibo. Eres de una manera, en origen, y de otra manera en mí. Por ejemplo, te conforman una extraordinaria cantidad de átomos para cuya apreciación mi sistema visual es inútil. La luz incide sobre ti y tu absorbes una parte de ella y reflejas otra, esto ocurre siempre que te expones a sus rayos. La luz se refleja en ti y va en todas direcciones, esto es así aunque yo solo perciba, cada vez que te miro, la parte que incide sobre mis retinas. Esa luz yo la traduzco en matices de colores que se asientan en las formas estimadas de tu cuerpo. De los estímulos que desprendes, mi sistema perceptivo, con ayuda de los sentidos, de todo mi ser y de mi mente hacen aparecer para mí imágenes de ti. Ahí intervienen esos qualia con los que te reproduzco cómo puedo. Y de la forma en que te percibo a ti, lo percibo todo: de la misma forma en que tú eres diferente de como yo puedo verte, lo es todo.

 

 

Camino y espesura
"Camino y espesura" (Fotografía)

 

Pero, no obstante, que las percepciones se den en nuestras mentes en forma de representaciones y que la realidad sea diferente a como la experimentamos no quiere decir que nuestras representaciones no tengan una correlación con esa realidad. En realidad nuestras percepciones están basadas en unos datos que tal como nos llegan y tal como los evaluamos, nos proporcionan una información acomodada de las cosas. Los sentidos nos proporcionan información detallada de las cosas aunque para ello sea necesaria una transducción de los datos de la realidad. Y no existe por ello un desacuerdo esencial entre lo que hay ahí y lo que se percibe. Por ejemplo, la luz que nos llega a los ojos no lo hace uniformemente ni de forma caótica, sino que llega diferenciada por efecto de los cuerpos y el ambiente de los que proviene reflejada, refractada, dispersada, polarizada, etc. Es luz que trae información más o menos precisa de los cuerpos, de las superficies y del medio con los que ha tenido contacto. En nuestro aprendizaje perceptivo el tacto habrá colaborado en la tarea de conocer todo lo que está ahí. Y de la interacción entre la realidad exterior y la actividad cerebral emergen interpretaciones de la realidad circundante que permiten nuestro normal desenvolvimiento. Así, si bien no hacemos registros directos, nos hacemos buena idea, gracias a nuestras interpretaciones, de magnitudes, tamaños, distancias, formas, orientaciones, superficies, etc.

 

Lo que puede ser
"Lo que puede ser" (Imagen digital)

 

lunes, 6 de junio de 2022

El mundo es distinto de como lo percibimos

 

 

Pesar
"Pesar" (Pintura al óleo)

 

Nuestras percepciones tienen lugar en el contexto de representaciones mentales que recrean la realidad. Tales percepciones no son registros directos de elementos o partes de esa realidad. El mundo no es tal y como nos lo representamos. Para comprender mejor como percibimos es necesario desechar el realismo ingenuo dado "que la mente no se limita a registrar una imagen exacta del mundo, sino que crea su propio cuadro", cómo dice Irvin Rock en La percepción.


Una longitud de onda de luz visible puede causar la sensación de un color. La longitud de onda lo que hace es provocarnos la sensación de color. Lo primero se da en el espacio físico exterior y lo segundo en la mente como consecuencia de la actividad sensorial y cerebral. Por lo que, en puridad, no hay colores en la naturaleza, sino que estos son generados por nuestros cerebros tras captar la luz que penetra en nuestros ojos. Mario Bunge dice en A la caza de la realidad: "Las experiencias internas (qualia), tales como tener frío, ver azul, oír un crujido u oler menta, no son básicas sino derivadas: son procesos del sistema nervioso central, no del mundo externo".


Irvin Rock también dice en la obra ya citada:


El mundo perceptual que nosotros creamos difiere cualitativamente de las descripciones del físico por estar nuestra experiencia mediada por nuestros sentidos y hallarse construida interiormente como una representación del mundo. Percibimos así colores, sonidos, sabores y olores, percepciones que o bien carecen de significación en el mundo de la realidad física o tienen un significado diferente. Lo que nosotros percibimos como tintes de rojo, azul o verde, el físico lo describe como superficies que reflejan ondas electromagnéticas de determinadas frecuencias. A lo que nosotros experimentamos como sabores y olores refiérese el físico como a compuestos químicos. Lo que para nuestra experiencia son sonidos de variantes tonos, descríbelo el físico como objetos que vibran a diferentes frecuencias. Colores, sonidos, sabores y olores son constructos mentales, creados a partir de la estimulación sensorial. En cuanto tales, no existen fuera de la mente.



"De todas formas" (Tempera sobre papel)


Así que habría una respuesta, desde este punto de vista, a la famosa pregunta: ¿hace ruido un árbol que cae en el bosque, si no hay ninguna criatura lo bastante cerca para oírlo? La respuesta sería que la caída produciría vibraciones en el aire, pero que no habría sonido, pues un sonido es la sensación que dicho tipo de vibraciones suscitan en un ser vivo. Sin embargo, a nivel práctico, todos decimos que tal instrumento musical o tal aparato emite un sonido. Y en cuanto a las imágenes, también en la práctica, las consideramos más como estímulos externos que como sensaciones internas. Incluso ocurre que las imágenes son mayormente consideradas como el contenido de ciertos objetos o estímulos más que como sensaciones visuales subjetivas: se le llama imagen a lo que contiene una fotografía, por ejemplo, y decimos que vemos esa imagen. Por lo que los sonidos y las imágenes, pero también lo que respecta a los demás sentidos, son a la vez algo exterior a nosotros y algo que percibimos, pero es por esto último por lo que en realidad existen como tales.

 

Dice José Luis Pinillos, sobre lo que se está tratando aquí, en Principios de psicología:


El reflejo sensible de la realidad exterior no es, sin embargo, una copia pasiva o duplicado de ella. La cualidad sensible no es una propiedad de la mera existencia de las cosas, sino el resultado de su interacción con la actividad cerebral; la cualidad sensible es un fenómeno psíquico que sólo existe en el acto subjetivo. La energía radiante no es el color; los colores aparecieron en el mundo cuando esa energía comenzó a incidir sobre unos rudimentarios receptores conectados con algún tipo de organización nerviosa. En rigor, pues, la cualidad sensible es un fenómeno transistente, que emerge de la interacción de dos existentes sin ser reductible a ninguno de ellos.


Destaco, de estas palabras de José Luis Pinillos, que la interacción entre la realidad exterior y la actividad cerebral haría emerger la cualidad sensible: sin poderse reducir a ninguno de esos dos existentes. El resultado de la interacción es, como dice él mismo en otra parte, "algo que ni el cerebro ni las cosas pueden por sí solos explicar". Esto me parece muy importante.

 


Fotografía
"Ahora, ni antes ni después" (Fotografía)
 

 

Estamos más imbricados con lo que nos rodea de lo que solemos reconocer. Los alimentos sacian nuestra hambre y nos proporcionan nutrientes que pasan a formar parte de nosotros. Necesitamos el aire que nos circunda y que respiramos, procuramos que no nos falte el agua potable, etc. Cualquier ser vivo de este planeta por muy mediado que esté, como en general ocurre en el caso humano, por la cultura y la civilización tiene un íntimo ligamen con la materia y la energía propia y circundante. Y ese es el tipo de cosas que manejan nuestros sentidos. Ellos captan la luz, las vibraciones del aire o ciertas cualidades de las moléculas por ejemplo y lo hacen con la naturalidad de lo que está sumamente predispuesto a ello.

 



 

 

miércoles, 25 de mayo de 2022

Contemplación crítica, intersubjetividad, lenguaje y filosofía

 

Autorretrato
"Autorretrato callejero" (Fotografía)

La experiencia que conlleva la observación de imágenes constituye una forma de aproximación a la realidad que no es sustituible por otra. La contemplación crítica de imágenes naturales y artificiales es un refugio necesario ante las inclemencias de la civilización. Durante mucho tiempo — tiempo en el que tanto ha acontecido — no se ha tenido claro qué eran las imágenes que veíamos. Desde que se consiguió, no obstante, conocer mejor en qué consisten las imágenes, hasta la fecha, los avances para desentrañar la naturaleza de las imágenes naturales no han sido demasiados. No se ha profundizado en una mayor comprensión a partir de esos conocimientos. Téngase en cuenta la importancia de la imagen natural en la vida humana y no humana, y que pese a ello no es considerada en sí misma y ni siquiera es habitualmente tenida en cuenta desde un punto de vista teórico. Entre las imágenes que son objeto de estudio, las imágenes naturales se encuentran relegadas ante el interés que sí suscitan las imágenes artificiales. Demasiadas definiciones y usos de «imagen» se refieren solo a las imágenes que el ser humano puede crear: dibujo, pintura, fotografía, cine, video, imágenes digitales, etc. Además, la emergencia de la realidad virtual, la realidad aumentada y la configuración del llamado metaverso se está iniciando cuando aún se ignora mucho de la imagen natural. 

 

"Bebé y madre" (Lápiz y pastel sobre papel)
 


Precisamente que la imagen pueda ser objeto de estudio nos hace comprender que no todo lo que respecta a la realidad percibida transcurriría en un nivel subjetivo. La intersubjetividad nos ayudaría en la tarea de alcanzar consensos sobre qué es lo que vemos. Podemos escrutar en la mirada del otro si está viendo lo que nosotros vemos y qué siente y piensa. Mediante la intersubjetividad compartimos unas realidades que de otra manera quedarían en la sombra subjetiva. La afinidad entre seres distintos hace que el ajuste entre subjetividades sea preciso y grandes afinidades producen grandes coincidencias. Cuanta menor afinidad haya, menos posibilidades habrá de compartir impresiones: ser humano no es garantía de entendimiento dada nuestra heterogeneidad. Como los procedimientos de aprendizaje se van dando desde la infancia mediados por la intersubjetividad llegamos a la edad adulta con un abundante bagaje intersubjetivo que puede ser evaluado críticamente por uno mismo.


Lo que pasa
"Lo que pasa" (Imagen digital)

 

El lenguaje, en lo que tiene de objetivo, contribuye con definiciones precisas a la apreciación de una realidad compartida. Y no solo de esa forma, asimismo, en lo que tiene de sugerente nos traslada a las regiones de lo simbólico y de lo estético. Lenguaje e imagen comparten la facultad de poder ser interpretados denotativa y connotativamente. Y probablemente comparten mucho más. En El error de Descartes, Antonio Damasio dice:

La mayoría de palabras que usamos en nuestro discurso interior, antes de hablar o de escribir una frase, existen en forma de imágenes auditivas o visuales en nuestra consciencia. Si no se convirtieran en imágenes, por fugazmente que fuera, no serían algo que pudiéramos conocer.

Para él, «el principal contenido de nuestros pensamientos son imágenes, con independencia de la modalidad sensorial en la que son generadas...». El carácter visual de las ideas habría sido manifiesto desde la antigüedad. Según el diccionario filosófico de José Ferrater Mora el término «idea» procede del griego ἰδέα, nombre que corresponde al verbo ἰδεῖν (ver). Ιδέα, pues, equivale, etimológicamente, a «visión», significando tanto el aspecto de una cosa como el hecho de verla. Las imágenes, con frecuencia imágenes visuales, participarían mayoritariamente en nuestro pensamiento. Lo que hacemos, realmente, es manejar imágenes. 



Platón
"Platón" (Imagen digital)

 

No ha existido en el mundo del pensamiento filosófico una ponderada comprensión del hecho perceptivo y su relación con el intelecto. Platón, por ejemplo, lo que hará es abrir una brecha entre los dos ámbitos de la vista y del conocimiento con su alegoría de la caverna. Parte de un encierro cavernoso que es metáfora de la prevalencia inculta de la visión que puede acceder solo a una sombra de la realidad. El conocimiento se alcanza, en oposición, tras una liberación, mediante una educación determinada y no otra. Yo, en lugar de una caverna puedo imaginar que, en realidad (aunque se trate de la realidad de una metáfora), hay un aula, que no es el torturador encierro de unos desdichados sino el ámbito en que discurren muchas de nuestras experiencias vitales. En dicho aula, por supuesto, no se está encadenado; en ella se va aprendiendo a manejar tu propio cuerpo, los sentidos, las emociones y el intelecto con ayuda de un profesorado indefinido. Posteriormente cuando el aprendizaje es suficiente, o, en cambio, cuando uno mismo lo considera inútil, se abandona el aula.

 



 

viernes, 13 de mayo de 2022

Sentidos, visibilidad y creaciones

 

 

Pintura digital
"Principio y fin" (Pintura digital)

 

No tendríamos acceso a lo que acontece si nos faltaran los sentidos. Ellos forman parte de nuestros cuerpos de forma consustancial. Y en nuestro cuerpo se encuentra el cerebro que regula y procesa. Asistimos a través de cada uno de los sentidos a una interpretación especializada de aspectos de la existencia con variable claridad y amplitud, incluidas las propias sensaciones corporales. Y somos parte de esa existencia, de la que participamos mediante la vivencia. En el caso de la vista se percibe la luz, mientras los otros sentidos pueden participar sinérgicamente (o atenuarse) en la apreciación de lo que acontece, y lo mismo ocurre cuando el protagonismo es de otro sentido. La naturaleza, los entornos rurales, los entornos urbanos y los ámbitos habitacionales contienen abundantísima luz, y de ahí extraemos imágenes. Ahí está la luz, vertiendo sus propiedades y portando los reflejos de lo existente, y aquí estamos nosotros, tal vez con capacidad para apreciarla en sus múltiples matices, colores y en su riqueza comunicativa. 

 

Pintura digital
"Todo lo que va más allá" (Pintura digital)


Entre lo que es accesible para el sistema visual de cualquier organismo no todo tiene la misma repercusión o significado para el que percibe. Distintas especies, además, tendrán distintas pautas visuales. Para el ser humano lo que tiene significado o repercusión puede ser, potencialmente, todo lo observable; incluyendo en todo lo observable lo que va más allá de lo que suponen las imágenes naturales y se corresponde con las imágenes artificiales. Por lo tanto, en el ser humano, sus creaciones se han constituido en parte integrante de lo que ya no puede ser sino una hibridación. El ser humano ha configurado su propia experiencia de las imágenes conjugando los aportes naturales y los culturales.

Se estima que cuando el universo tenía 380.000 o 400.000 años de existencia, en el estado denso y caliente en el que se encontraba, las partículas de materia (no la materia oscura) y las de la luz (los fotones) estaban ligadas unas a otras pues colisionaban continuamente entre sí. Entonces, se habría producido un enfriamiento y una expansión tal que permitió a las partículas dispersarse y a los fotones liberarse. ¿Se puede inferir de ello que desde ese tiempo remoto la luz interacciona con la materia de la misma manera en que lo hace hoy? Tras ese desacoplamiento habría surgido la visibilidad: visibilidad sin la presencia de seres percipientes. Visibilidad que posteriormente la vida, en cuanto encontró la vía, aprovechó con eficacia.

 

Pintura digital
"Amanecer azul verde" (Pintura digital)

 

Que la vida se adaptara a la presencia de información lumínica es una muestra de su estrecha vinculación con lo existente. Ser sensible a la luz o hacer uso de ella ha sido algo extendido en todo el árbol de la vida. Desde hace tiempo las imágenes han debido abundar en diversidad y paulatinamente se debieron ir colando en nuestros sueños. Durante el prolongado lapso de tiempo que va desde los primeros seres vivos unicelulares hasta llegar a nosotros la evolución ha dotado a multitud de criaturas de sofisticados órganos de la vista. Ese bagaje filogenético, en quienes lo tenemos o lo disfrutamos, nos ha posibilitado estar capacitados para ver desde que vinimos al mundo o, figuradamente, desde que abrimos los ojos al mundo. Aquí en la Tierra se ha evolucionado en relación con las imágenes y las imágenes mismas se han diversificado en función de esa evolución. En el caso humano, si una inteligente cautela individual y colectiva no lo mitiga, muchas de ellas, entre ellas las menos auténticas, sobreabundan y nos desbordan. Capaces de producir imágenes —cuyas significaciones son mayoritariamente válidas tan solo para nosotros— hemos explorado ampliamente esa dimensión artificial. Las imágenes naturales serían consecuencia de la luz y la materia (sin olvidar el papel básico del espacio y el tiempo) y las imágenes artificiales serían también consecuencia de lo mismo, pero además con la participación de la técnica, la evocación y la inventiva.

 

martes, 3 de mayo de 2022

Carencias de la visión


 

El cantar que cantamos II
"El cantar que cantamos II" (Dibujo digital)
 

Somos unos seres complejos y nuestro bienestar depende del desarrollo idóneo de, al menos, tres factores: lo biológico, lo psíquico y lo sociocultural. Nuestra visión de las cosas y del mundo suele estar en consonancia con el favorable o desfavorable estado de desarrollo de estos factores. Si algo va mal en relación con ellos, nuestro entendimiento y nuestra afectividad pueden verse resentidos. Asimismo si la cosa va bien en esos aspectos nos podremos sentir en buena forma cognitiva y emocional. Ocurre que entendimiento y afectividad parecen estar inseparablemente combinados como lo están el espacio y el tiempo en la teoría de la relatividad. Y manejar bien esa combinación nos ayudaría a mantener un equilibrio psicológico. El acceso a la realidad no sería por lo tanto inmediato: necesita tanto de un desarrollo como de una optimización de las facultades.

 

El cantar que cantamos
"El cantar que cantamos" (Dibujo digital)
 

Desde pequeños vamos ejercitando la visión, dándole forma a nuestro modo de ver. El niño o la niña, el joven o el adulto que tiene deficiencias o anomalías en la vista, que sufre graves problemas que afectan al entendimiento y a las emociones o que padece pobreza o vive condiciones de vida adversas se encuentra, como consecuencia principal o por añadidura, con unas dificultades relacionadas con la apreciación de lo existente. La discapacidad visual afecta negativamente a lo que podemos apreciar debido a problemas en los órganos de la visión; mientras que los problemas que atañen de alguna forma a la mente afectan a lo que podemos representarnos, comprender y disfrutar con unos ojos sanos; padecer pobreza o unas condiciones adversas de vida puede afectar negativamente de ambas maneras.


La discapacidad visual impide o dificulta la facultad de aprovechar directamente la, potencialmente, rica aportación de la luz visible. En relación con las alteraciones que producen los problemas mentales, Richard J. Davidson en su libro El perfil emocional de tu cerebro (Davidson, Richard J. El perfil emocional de tu cerebro. Ediciones Destino. Barcelona, 2012) habla de un estudio sobre la base cerebral de las emociones en el que se constató baja actividad de la corteza visual en personas con depresión. Quien haya pasado por una depresión habrá podido experimentar la apagada y descolorida monotonía que deja la rotura del ánimo. En el libro El niño y su comprensión del sentido de la realidad (Abello Llanos, Raimundo; Amar Amar, José. El niño y su comprensión del sentido de realidad. Editorial Uninorte. Barranquilla, Colombia. 2006) se nos dice que «es la cultura, y no la biología, la que moldea la vida y las mentes humanas. Esto es claramente visible en el caso de millones de niños que nacen en condiciones de pobreza en las que en gran medida su desarrollo biológico depende de sus condiciones sociales de vida».


"¿Qué me quieres?" (Fotografía)


 

jueves, 28 de abril de 2022

Modos de ver: Darwin


Darwin
"Darwin con algo de otros y de otras" (Dibujo o pintura digital en blanco y negro basada en una fotografía de Julia Margaret Cameron)

 

¿Qué miradas dejan huella de entre las que proveen tantos ojos como ven y han visto el mundo? Hay destacados modos de ver que al ser desvelados revelan aspectos relevantes que de otra forma permanecerían desconocidos. Hay personas creativas detrás de estos modos de ver que no dejan de estar presentes en todo los procesos de concepción, elaboración o exposición de sus aportaciones. Hay también personas (posiblemente anónimas, amistades tal vez) que conciben las cosas y se desenvuelven con ellas de maneras más o menos sabias y ejemplares. Modos de ver que contribuyen a la formación y a la consolidación de nuestras propias apreciaciones. Ver las cosas de una forma o de otra nos define y nos provee de identidad.

La Autobiografía de Charles Darwin (Darwin, Charles. Autobiografía. Editorial Laetoli, S.L. Pamplona. 2008.) concluye de la manera siguiente:

Es verdaderamente sorprendente que, con capacidades tan modestas como las mías, haya llegado a influir de tal manera y en una medida considerable en las convicciones de los científicos sobre algunos puntos importantes. (Págs.: 123-124).

Aunque, a pesar de su modestia, antes señala una cualidad propia que le distinguiría:

Como saldo a favor, pienso que soy superior al común de los mortales para percatarme de cosas que no atraen fácilmente la atención y observarlas con cuidado. (Pág.: 120).

Y aclara:

Desde mi primera juventud he experimentado un deseo fortísimo de entender o explicar todo cuanto observaba […]. (Pág.: 120).

Como parece evidente, su capacidad de observación va unida a su capacidad de razonamiento, a pesar de algunas opiniones:

Algunos críticos han dicho: “¡Oh!, es un buen observador, pero no posee un razonamiento poderoso”. No creo que sea verdad, pues El origen de las especies es un largo argumento de principio a fin y ha convencido a un número considerable de gente bien dotada. Nadie podría haberlo escrito sin cierta capacidad de razonamiento. (Pág.: 120).

A Darwin le causa placer realizar descubrimientos concernientes a una naturaleza que ama y cuyo amor se incentiva por el deseo de ser apreciado por sus colegas naturalistas. El trabajo científico es su principal disfrute y dedicación y puede emplear años en estudios de temas tan diversos como los arrecifes de coral, los percebes, las orquídeas, las plantas carnívoras, las expresiones de las emociones, el origen del hombre, etc. Intuiciones, observaciones, recogida de datos, descripciones, experimentos, explicaciones, proposiciones, hipótesis, teorías… son métodos y procedimientos que él, como científico, emplea. ¿Qué «cualidades y condiciones mentales» llega él mismo a considerar como las más importantes?:

[…] mi éxito como hombre de ciencia ha estado determinado, hasta donde me es posible juzgar, por un conjunto complejo y variado de cualidades y condiciones mentales. Las más importantes han sido el amor a la ciencia, una paciencia sin límites al reflexionar largamente sobre cualquier asunto, la diligencia en la observación y recogida de datos, y una buena dosis de imaginación y sentido común. (Pág.: 123).

Lo que él llegó a entender y explicar (mérito compartido con Alfred Russel Wallace) clarificó lo que antes permanecía en la sombra o estaba tergiversado. Darwin desplegó una visión de la naturaleza, de todos los seres, incluido el ser humano, que respondía por fin a la realidad e invalidaba las interpretaciones mitológicas y religiosas que no eran sino fruto de la ignorancia.


Ancestro
"Ancestro" (Pintura digital)

No recordábamos el pasado remoto, el relativo a muchas generaciones atrás en el tiempo, y no eramos conscientes del proceso evolutivo. El contexto desde el que, desde entonces, podemos acceder a la realidad está menos errado que los contextos que no tienen en cuenta este progreso. Ver las cosas, desde esta perspectiva, puede significar ver con más claridad, pero a condición de ser críticos tanto con la propuesta original como con las interpretaciones posteriores; una visión humanística puede ir más allá de lo que la ciencia suele tratar de forma restringida. Y es que no hay que pasar por alto lo arbitrario de algunos axiomas o conclusiones no del todo ponderados en la teoría original y en sus seguidores. Como cuando, puntualmente, en su obra escrita deja Darwin de teorizar convincentemente hablando de los mejor y los peor adaptados en el contexto de la selección natural —términos que, en mi opinión, propician que se puedan hacer diferentes interpretaciones sobre en qué consisten exactamente esas adaptaciones—, para pasar a defender la idea de que hay unos claros "débiles" y "fuertes" y que es muy perjudicial que los primeros se reproduzcan. Otra cosa que se puede tener en cuenta es el carácter restringido de la teoría que se nos presenta al comienzo de El origen de las especies, donde Darwin deja margen para pensar que debe haber muchas cosas que afectan a los seres vivos pero que no son de interés para su teoría pues se alejan de los aspectos  evolutivos que interesa tener en cuenta: «Toda variación que no es hereditaria carece de importancia para nosotros». Sin embargo mucho de lo que nos afecta pero no le atañe a ese nivel hereditario puede ser vital, estar lleno de vida, o ser fundamental para nosotros.

El espejo de tu mirada
"El espejo de tu mirada" (Fotografía-montaje)

 

LAS IMÁGENES OBVIADAS