Desde la crisálida

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lunes, 11 de julio de 2022

Realismo, luz e ilusiones

Los ciervos
"Los ciervos" (Pintura digital)

 

No lo percibimos todo. Como dice Michael J. Ryan en El gusto por la belleza: «Sencillamente no disponemos del equipamiento necesario para acceder a todo el mundo que nos rodea». Además, los animales, según sean sus sesgos perceptivos, experimentan el mundo de forma diversa. Una cuestión que nos interesa dilucidar es si es habitual entre ellos mistificar la realidad en función de esos sesgos. Por ejemplo, dice Ryan, diferentes animales pueden compartir «un mismo emplazamiento físico, pero habitar mundos sensoriales diferentes». Se suscita la pregunta de si unas formas de captar e interpretar la realidad son más realistas que otras. ¿O, tal vez, no sea tan importante atender a la realidad como garantizarse la supervivencia y la reproducción? Caben estas dudas así como plantearse si hay alguna razón para pensar que nosotros, como especie, hemos podido vencer una posible vivencia mistificada de la realidad o si está dentro de lo posible que lo consigamos.


Imagen ambigua
"Imagen ambigua" (Imagen digital)


¿Qué pasa con las ilusiones sensoriales: ilusiones ópticas, auditivas...? Algunas son sorprendentes, ¿no? Otras simplemente no tanto. Ilusiones ópticas como la «rejilla de Hermann», su variante la ilusión de «efecto de extinción» y las «serpientes giratorias», por nombrar solo algunas, consiguen sorprendernos y nos hacen preguntarnos por qué se dan. ¿Cómo interpretarlas cuando algunas de ellas han puesto a prueba nuestro entendimiento? Pues se puede pensar sin andar muy errado, o eso espero, que en general las ilusiones interpelan a nuestras inteligencias perceptivas, pueden mostrarnos algo que no hay ahí en realidad, nos inducen a caer en errores de apreciación y tienen la capacidad de señalarnos en sus singularidades como funciona la percepción en algunos aspectos relevantes. En Tu cerebro y la música, Daniel Levitin considera que la ilusión de Kanizsa y su equivalente auditiva, cuya característica común es la de completar lo que realmente hay, han sido favorecidas por la evolución: «Un sistema perceptivo capaz de restaurar información que falta nos ayudaría a tomar decisiones rápidas en situaciones peligrosas». Lo cual si es así, resulta clarificador y pienso que da sentido a algo que no lo tenía.


Marina
"Marina" (Imagen digital)


Para Ignacio Morgado en Los sentidos: "es un hecho que la luz existe en nuestra mente". De hecho, tenemos una visión de la luz, como el caso de la luz «directamente» proveniente del sol en un día despejado, que podemos ver fulgir en el pavimento, en las fachadas de casas y edificios, en la vegetación, en las nubes, etc., que se basa en lo que interpretamos internamente; esa es la luz tal y como nos la representamos visualmente (aunque el sentido del tacto desde bien temprano habrá enriquecido nuestro conocimiento y sabremos, por experiencia, que también da calor exponerse a ella). Presumiblemente humanos y otros animales coincidamos en ver la luz del sol de la forma básica en la que, fehacientemente, nosotros lo hacemos: blanca (o de otras tonalidades dependiendo de la localización geográfica, la época del año o la hora del día) y resplandeciente. La luz «se nos representa» así naturalmente, podemos decir que en oposición a la representación que nos hacemos de la oscuridad. Sin que todo ello sea obstáculo para que podamos llegar a concebirlas de otras formas. Pero la luz se nos aparece en el contexto más amplio y acogedor de aquello que vemos en un momento dado. Imágenes de la realidad que van de lo claro a lo oscuro, de lo nítido a lo borroso y del rojo al violeta (colores que representan los límites de la gama que podemos ver). También podrán ser imágenes más o menos ricas en contenido según de que se traten y según como anden nuestras capacidades visuales, emocionales e intelectuales.

 

martes, 3 de mayo de 2022

Carencias de la visión


 

El cantar que cantamos II
"El cantar que cantamos II" (Dibujo digital)
 

Somos unos seres complejos y nuestro bienestar depende del desarrollo idóneo de, al menos, tres factores: lo biológico, lo psíquico y lo sociocultural. Nuestra visión de las cosas y del mundo suele estar en consonancia con el favorable o desfavorable estado de desarrollo de estos factores. Si algo va mal en relación con ellos, nuestro entendimiento y nuestra afectividad pueden verse resentidos. Asimismo si la cosa va bien en esos aspectos nos podremos sentir en buena forma cognitiva y emocional. Ocurre que entendimiento y afectividad parecen estar inseparablemente combinados como lo están el espacio y el tiempo en la teoría de la relatividad. Y manejar bien esa combinación nos ayudaría a mantener un equilibrio psicológico. El acceso a la realidad no sería por lo tanto inmediato: necesita tanto de un desarrollo como de una optimización de las facultades.

 

El cantar que cantamos
"El cantar que cantamos" (Dibujo digital)
 

Desde pequeños vamos ejercitando la visión, dándole forma a nuestro modo de ver. El niño o la niña, el joven o el adulto que tiene deficiencias o anomalías en la vista, que sufre graves problemas que afectan al entendimiento y a las emociones o que padece pobreza o vive condiciones de vida adversas se encuentra, como consecuencia principal o por añadidura, con unas dificultades relacionadas con la apreciación de lo existente. La discapacidad visual afecta negativamente a lo que podemos apreciar debido a problemas en los órganos de la visión; mientras que los problemas que atañen de alguna forma a la mente afectan a lo que podemos representarnos, comprender y disfrutar con unos ojos sanos; padecer pobreza o unas condiciones adversas de vida puede afectar negativamente de ambas maneras.


La discapacidad visual impide o dificulta la facultad de aprovechar directamente la, potencialmente, rica aportación de la luz visible. En relación con las alteraciones que producen los problemas mentales, Richard J. Davidson en su libro El perfil emocional de tu cerebro (Davidson, Richard J. El perfil emocional de tu cerebro. Ediciones Destino. Barcelona, 2012) habla de un estudio sobre la base cerebral de las emociones en el que se constató baja actividad de la corteza visual en personas con depresión. Quien haya pasado por una depresión habrá podido experimentar la apagada y descolorida monotonía que deja la rotura del ánimo. En el libro El niño y su comprensión del sentido de la realidad (Abello Llanos, Raimundo; Amar Amar, José. El niño y su comprensión del sentido de realidad. Editorial Uninorte. Barranquilla, Colombia. 2006) se nos dice que «es la cultura, y no la biología, la que moldea la vida y las mentes humanas. Esto es claramente visible en el caso de millones de niños que nacen en condiciones de pobreza en las que en gran medida su desarrollo biológico depende de sus condiciones sociales de vida».


"¿Qué me quieres?" (Fotografía)


 

LAS IMÁGENES OBVIADAS